Hablar de alimentación intuitiva siempre suena muy bonito, pero a veces casi irreal o «demasiado bueno para ser verdad» para aquellas personas que sufren de episodios de atracones: escuchar las señales de hambre y saciedad del cuerpo, comer cuando se tiene hambre y parar cuando una está saciada. Una regla en apariencia sencilla, pero que puede percibirse aún como muy lejana para alguien que viene de un historial de alimentación desordenada, trastornos alimenticios, atracones y purgas, etc. 

Es muy normal en estos casos sentir que, si una come cuando tiene hambre, comería siempre. Si una tuviera que parar cuando está saciada, no pararía nunca. Y, si una se diera permiso para comer los alimentos que siente que le pide el cuerpo, tendría una dieta totalmente insana. Sin embargo, estas creencias limitantes no solo te están impidiendo forjar una relación sana con la comida y cultivar la libertad con la comida, sino que muy posiblemente estén contribuyendo a que te sientas con esa falta de control alrededor de la comida que lleva a abusar de ella hasta puntos incómodos.

En este post, vamos a explorar el papel de la restricción como detonante de los atracones, y dar tips para evitarlos desde la perspectiva de la alimentación intuitiva.

El papel de la restricción en los atracones

Con frecuencia, la restricción es la raíz que causa los atracones de comida. Cuando restringimos ciertos alimentos o grupos de alimentos, nuestro cuerpo percibe esto como una amenaza y entra en modo supervivencia. Esto detona antojos intensos y pensamientos obsesivos sobre la comida, que pueden llevar a comportamientos que acaban dando lugar a un trastorno por atracón.

Esto se debe a que nuestros cuerpos están programados para buscar comida y energía y, cuando nos negamos el combustible que necesitamos, nuestro cuerpo va a hacer lo que sea para poder conseguirlo.

Además, la restricción no se refiere únicamente a evitar ciertos alimentos o grupos de alimentos. También puede hacer referencia a contar calorías, medir las porciones, o cualquier otro comportamiento típico de las dietas que busque limitar nuestra ingesta. Todos estos comportamientos mandan el mismo mensaje a nuestro cuerpo: no hay suficiente comida disponible, y necesitamos conservar energía. Esto puede llevar después a comer de más o darse atracones, ya que nuestro cuerpo trata de compensar por la escasez de comida que percibe.

Para evitar los atracones, es importante romper el ciclo de restricción. Esto implica darnos permiso para comer todos los alimentos, en la cantidad que deseemos. Esto puede asustarnos al principio, especialmente si hemos sido condicionadas a creer que algunos alimentos son «malos» o «prohibidos». Sin embargo, cuanto más practiquemos el darnos permiso incondicional para comer, más fácil nos resultará.

Tips para evitar los atracones desde la alimentación intuitiva

1. Practica la nutrición gentil: aunque sea importante darnos permiso para comer todos los alimentos, también podemos enfocarnos en incorporar alimentos de alta densidad nutricional en nuestras comidas y snacks. Esto significa escoger alimentos que nutran nuestro cuerpo y nos proporcionen energía, en lugar de centrarse en contar las calorías o los macros. Al escoger un enfoque gentil, amable respecto a la nutrición, podemos priorizar nuestra salud sin detonar sentimientos de restricción o privación.
2. Escucha tus señales de hambre: uno de los principios clave de la alimentación intuitiva es aprender a entrar en sintonía con las señales de hambre y saciedad del cuerpo. Esto significa comer cuando tenemos hambre y parar cuando estamos saciadas. Cuando escuchamos las señales de nuestro cuerpo, podemos evitar comer de más y los atracones que, con frecuencia, ocurren cuando ignoramos las necesidades de nuestro cuerpo.
3. Honra tus deseos: los deseos o antojos de comida son una parte natural de la experiencia humana, y negártelos puede, frecuentemente, llevar a comportamientos de atracón. En lugar de intentar resistir tus deseos, prueba a honrarlos incorporándolos en tus comidas y snacks. Por ejemplo, si se te antoja chocolate pero tienes miedo de darte un atracón con él, prueba sencillamente a añadir una onza de chocolate negro a tu merienda. Al darte permiso para disfrutar tus alimentos favoritos, puedes evitar los atracones que tantas veces ocurren cuando nos negamos las cosas ricas que nos encantan.
4. Practica el autocuidado: los atracones ocurren muchas veces cuando nos sentimos estresadas, ansiosas o abrumadas. Para evitar los atracones, es importante priorizar el autocuidado y técnicas de gestión del estrés. Esto puede incluir hacer yoga o pilates, rezar, meditar, respirar hondo, darse un baño, o dar un paseo por la naturaleza. Cuando nos tomamos un tiempo para cuidar de nuestras necesidades emocionales, podemos evitar los atracones que muchas veces pueden darse por recurrir a la comida emocionalmente al sentirnos abrumadas.
5. Busca ayuda: recuperarse de un trastorno por atracón o una relación desordenada con la comida puede ser muy duro, y es importante buscar la ayuda de un profesional de la salud cualificado. Esto puede incluir trabajar con un psicólogo, un nutricionista, o todo un equipo de apoyo. Al trabajar con profesionales, puedes desarrollar estrategias personalizadas para evitar los atracones y mejorar tu salud y bienestar.
6. Deja atrás la culpa y la vergüenza: los atracones pueden muchas veces detonar sentimientos de culpa y vergüenza, que pueden perpetuar el ciclo de restricción-atracón. Es importante recordar que el atracón es una respuesta fisiológica normal a la restricción, y no es algo ligado a tu valor como persona. En lugar de flagelarte por darte un atracón, intenta practicar la autocompasión y agradecer a tu cuerpo el tratar por ese medio de protegerte del peligro de hambruna que siente que existe. Dejando atrás la culpa y la vergüenza, sentirás menos necesidad de compensar el atracón restringiendo, lo cual solo perpetúa el ciclo.

En conclusión, evitar los atracones desde la perspectiva de la alimentación intuitiva requiere poner fin a la restricción y darnos permiso incondicional para comer todos los alimentos. Entrando en sintonía con las señales de hambre y saciedad de nuestro cuerpo, honrando nuestros deseos, practicando el autocuidado, buscando ayuda y dejando atrás la culpa y la vergüenza, podemos romper el ciclo de los atracones y mejorar nuestra salud y bienestar.

Recuerda que la alimentación intuitiva es una mentalidad y un camino para toda la vida, no es una dieta más con reglas estrictas que puedas «romper» y entonces fallar. Es normal tener retrocesos y no hacerlo todo «perfecto» a la primera. Con paciencia, perseverancia y compasión hacia ti misma, puedes construir una relación sana y sostenible con la comida, nutriendo tu cuerpo y tu alma.